Iglesia de San Francisco de la Selva

Medalla Iglesia de San Francisco de la Selva

Descripción Medalla

Anverso:  Dentro de un circulo de puntos PATRONO/ DE/ COPIAPO. En el contorno TEMPLO DE SAN FRANCISCO DE LA SELVA.

  

Reverso: Dentro de un circulo de puntos FEBRERO/ 12 DE/ 1872. En el contorno HONOR AL PUEBLO DE COPIAPO.

  
Grabador: -
Metal:  Aleación Ф 31 mm

Iglesia de San Francisco de la Selva

La construcción de la Iglesia de San Francisco de la Selva se remonta a la llegada de los franciscanos al Valle de "Copayapu" en 1662, aunque su forma definitiva actual se debe a las sucesivas reconstrucciones y remodelaciones llevadas a cabo a lo largo de los años. La gestión de su construcción fue liderada por el superior de la Orden Franciscana Padre Leonard de Gregorio, quien visualizó la necesidad de construir un templo en el emergente San Francisco de la Selva. En honor a su labor, sus restos fueron sepultados a un costado del altar mayor de la construcción.

La iglesia se destaca por su sobria línea arquitectónica, compuesta por una amplia nave central y una fachada de color rojo y blanco con formas neoclásicas que reflejan influencias de las construcciones góticas de Europa, especialmente en las columnas y terminaciones. En su entorno se encuentra la Plazoleta y monumento a Juan Godoy.

A lo largo de su historia, la Iglesia de San Francisco de la Selva ha sido testigo de diversos acontecimientos y desastres naturales, como el Terremoto de 1822 y el Gran Cataclismo de 1922, que a pesar de los daños sufridos, no lograron destruirla por completo. Hoy en día, esta iglesia sigue siendo un importante lugar de culto católico y un atractivo turístico en la ciudad de Copiapó.

En el pasado, la zona donde se encuentra la iglesia estaba cubierta de vegetación, especialmente de algarrobos, chañares y otras especies arbóreas, lo que generó el nombre de "La Selva" para el lugar. Con el paso del tiempo, la vegetación en la zona disminuyó debido a la actividad humana y al clima, pero el nombre "de la Selva" se mantuvo como un homenaje a la riqueza natural que alguna vez caracterizó al área.